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El APLTA de la USC realiza su primer ensayo con leche de burra en colaboración con la cooperativa Buleza y la Asociación Nacional de Criadores de la Raza Asnal Zamorano-Leonesa
La ASZAL, que promociona el asno zamorano-leonés y que desarrolla diferentes proyectos de investigación con leche de burra, se puso en contacto con el área de I+D del APLTA para llevar a cabo un secado de leche de burra.
La cooperativa Buleza y la Asociación Nacional de Criadores de la Raza Asnal Zamorano-Leonesa (ASZAL), que vela por la conservación, mejora y promoción del asno zamorano-leonés (junto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, la Junta de Castilla y León y la Diputación de Zamora) y que desarrolla diferentes proyectos de investigación con las facultades de Veterinaria de Madrid y de León y con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y Leon, le solicitó al área de I+D+I del APLTA la realización de un secado de leche de burra.
El destino habitual de la leche de burra que obtiene esta organización son los productos cosméticos, aunque actualmente están realizando diferentes ensayos con productos lácteos como quesos y yogures. En el Estado español el consumo de esta leche o de los productos lácteos desarrollados con él es casi testimonial, pero no lo es tanto en otros países del mundo.
Para realizar el secado de la leche, el APLTA recibió 2500 litros de leche congelada procedente de la ASZAL. Previamente a la evaporación y secado, realizamos la caracterización de la leche (análisis fisicoquímico, microbiológico y de viscosidad) y efectuamos pruebas de estabilidad térmica en laboratorio con combinaciones diferentes de temperaturas y tiempos.
El proceso de evaporación y secado incluye un paso previo de higienización y pasteurización de la leche que va a ser sometida al tratamiento para obtener leche en polvo. Posteriormente, este se analiza fisicoquímicamente y microbiológicamente, y realizamos una caracterización de la medida del tamaño de partícula, de solubilidad y de la actividad del agua (aw). María Pereda Legaspi fue la ingeniera y tecnóloga del APLTA encargada de supervisar todo el proceso.
Esta no es la primera vez que el APLTA trabaja con una leche diferente a la de vaca. En otras ocasiones ha tenido la oportunidad de trabajar con leche de cabra, oveja, búfala e incluso de camella.